El programa de becas beneficia a cientos de alumnos

05-06-2017

La Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF) cuenta con una batería de becas que no sólo buscan apuntalar la continuidad en los estudios superiores sino también una inserción de los alumnos en otros espacios sociales, culturales y laborales. En los últimos dos años fueron entregadas casi 1100 diferentes tipos de becas.

Durante 2016, la universidad entregó cerca de 200 becas socioeconómicas, y en 2017 asignó 140 más. Además de las becas más convencionales, también las hay para prácticas pre profesionales que les permiten a los estudiantes hacer una experiencia cercana a su campo disciplinar en los museos, centros de estudio o actividades de extensión que pertenecen a la universidad.

El año pasado la UNTREF tuvo 300 becarios con esta figura, y en lo que va de este ya se sumaron unos 230. Además, la universidad cuenta con un programa de pasantías laborales que funciona a partir de los convenios que tiene con distintos organismos  públicos o empresas. Por otro lado, existen becas de movilidad para los voluntariados en hospitales o centros de salud, específicamente para quienes cursan Enfermería y Psicomotricidad.

La promoción de la investigación también ocupa un lugar central, y en este sentido se dispone de becas estímulo para que el estudiantado se sume a los proyectos y equipos asentados en la Secretaría de Investigación y Desarrollo. La convocatoria se abre todos los años y se calcula que hoy hay unas 50 personas que participan de esta iniciativa.

Tal vez lo más novedoso son las becas de adscripción a la actividad docente, destinadas a los estudiantes avanzados. “Es para los que están interesados en adentrarse en las prácticas de enseñanza, sobre todo para aquellos que estudian carreras como Ingeniería de Sonido, donde no hay una trayectoria docente de larga data. A nosotros nos incentiva mucho pensar que los que reciben estas becas van a ser los futuros profesores de nuestra universidad”, apunta el Secretario de Extensión Universitaria y Bienestar Estudiantil, Gabriel Asprella. Actualmente, hay unos 50 beneficiarios bajo esta modalidad.

Luego hay una serie de becas para cumplir estudios de posgrado, tanto para docentes de la universidad como para postulantes externos, y algunas muy puntuales para el área de deportes, cuando se trata de jóvenes que tienen que representar a la universidad en alguna competencia y necesitan una apoyatura para los entrenamientos y traslados.

 

Becas internacionales

Asimismo, la UNTREF fomenta las experiencias académicas en el exterior para sus estudiantes de grado. Desde 2011 a la fecha, el Área de Cooperación Internacional ha tramitado 26 becas, gracias a las cuales los beneficiarios pudieron completar un cuatrimestre en instituciones de renombre como Sciences Po (Francia), Universidade de Santiago de Compostela (España), Universidad de Guadalajara (México) y Universidad de San Buenaventura (Colombia), entre otras.

La universidad también tiene participación en las becas que promueve el Ministerio de Educación y Deportes de la Nación desde su Programa Nacional de Becas Universitarias y su Programa de Becas Bicentenario. En el último caso, se trata de becas que apuntan a las ingenierías o carreras de estadística y salud, y que cubren todo el trayecto hasta la graduación. El año pasado hubo cerca de 70 estudiantes incluidos en estos programas, y en este tramo de 2017 se estima que son 33.

Como sostiene Asprella, las becas son una expresión de responsabilidad del Estado para asegurar la plena inclusión de los estudiantes y las mejores condiciones para graduarse. Pero incluso si los becarios no se gradúan, su experiencia en la universidad va a ser un factor fundamental en la transmisión cultural a su entorno futuro. “Es muy probable que de padres con universidad incompleta salgan hijos con universidad completa. Y sobre todo, creo que lo más importante es que las becas y las políticas de bienestar estudiantil hacen perceptibles en los estudiantes y en la comunidad que el Estado está presente”, señala.

El Secretario de Extensión afirma que este tipo de ayudas también consolidan el proceso de pertenencia a la comunidad. En concreto, la UNTREF tiene un 80 % de estudiantes que son primera generación de universitarios en sus familias. “Eso implica un esfuerzo adicional, las becas no son una dádiva”, asegura. En paralelo a la ayuda económica, indica que es muy importante que haya un acompañamiento de los estudiantes. “Hay que infundirles confianza para que sigan y se sientan integrados, y eso es lo que hacemos desde las políticas de bienestar estudiantil”, explica.  

Al revisar los números, y tomando en cuenta el lapso que va desde 2013 a 2016, se observa un crecimiento paulatino pero sostenido de estos apoyos. Así, las becas para estudios se ampliaron de 166 a 190; las de prácticas pre profesionales, de 219 a 285; y las becas ministerio, de 34 a 72. 

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